El origen de los 4 toneles: La Edad de Oro del vino de Alicante
A partir de 1870, una gran plaga destruyĆ³ la casi totalidad del viƱedo mundial: la filoxera. Un pequeƱo escarabajo fue capaz de mover los mapas de cultivo de la viƱa y del comercio global de vinos.
El viƱedo alicantino fue uno de los Ćŗltimos en verse afectado por la enfermedad. Esto motivĆ³ una Ć©poca de gran esplendor, ya que sus bodegas eran de las pocas capaces de seguir saciando la sed de vinos de los paĆses consumidores. En esta Ć©poca se firmaron importantes acuerdos de exportaciĆ³n, como el que se acordĆ³ con Francia y del que cuando finalizĆ³ se decĆa: āDiez aƱos mĆ”s de tratado con Francia y Alicante hubiese podido enlosar con Luises de Oro el magnĆfico Paseo de la Explanadaā

Fue en este momento en el que se construyeron la mayorĆa de los grandes toneles alicantinos, los llamados "Toneles Monoveros". Estos gigantes de 150 cĆ”ntaros valenciano (1725 litros aprox.) eran el mĆ©todo por el que se transportaban los vinos alicantinos, en carros hasta el puerto de Alicante, y en barco hacia los distintos mercados. Algunas veces cruzando el estrecho de Gibraltar y otras llegando al AtlĆ”ntico a travĆ©s del Canal du Midi por el puerto de SĆØte, junto a Montpellier. (Francia)

"PĆ©niche" cargada de grandes toneles del vino atravesando una esclusa del Canal du Midi, en BĆØziers, Francia.
Por desgracia, la filoxera llegĆ³ tambiĆ©n a Alicante y por supuesto, arrasĆ³ los campos de viƱas. De nada sirvieron los esfuerzos de los agricultores alicantinos, que intentaron frenarla a travĆ©s de instituciones creadas especĆficamente para ello, como la EstaciĆ³n EnolĆ³gica de Cocentaina. Pero esa es otra interesante historia...
La que hoy nos ocupa habla de cuatro grandes toneles de aquella Ć©poca, que acabaron en una pequeƱa bodega del pueblo de L'Alguenya, junto a MonĆ²ver, en el interior de Alicante.
Su propietario los heredĆ³ de sus padre, y este a su vez del suyo.

Cuatro toneles con aroma a FondillĆ³n.
Cuando vimos por primera vez estos barriles, quedamos impresionados por la gruesa capa de polvo que los cubrĆa, pero sobre todo, por el embriagador aroma de FondillĆ³n que desprendĆa su interior.
Su propietario nos informĆ³ que llevaban totalmente vacĆos desde hacĆa mĆ”s de 50 aƱos, pero que a pesar de ello, los habĆa cuidado y preservado, llegando a moverlos desde su emplazamiento original en el campo de L'Alguenya hasta una pequeƱa bodega tradicional en el centro del pueblo. Gracias a la labor de todos estos hĆ©roes que durante aƱos han cuidado vinos y toneles, hoy podemos seguir disfrutando de un producto Ćŗnico, como es el FondillĆ³n.

El transporte de los toneles hasta nuestra bodega "ColecciĆ³n de Toneles Centenarios" iba a suponer un reto importante. Las viejas duelas estaban resecas y los aros de hierro ya no las sujetaban firmemente. CorrĆan peligro de caer desmoronadas como un castillo de naipes.
HabĆa que ajustar de nuevo los aros, con el martillo y en cincel especial que todas las bodegas tenĆan para este fin.

Y ya con todas las maderas ajustadas, llegaba el momento de mojarlas. La madera absorberĆa parte de este agua hinchĆ”ndose para dar estabilidad al conjunto. Todo con el mĆ”ximo cuidado de mojar lo mĆnimo posible el interior de los toneles, que albergan los restos de la valiosa "madre" seca del fondillĆ³n: El conjunto de levaduras muertas, materia colorante, Ć”cidos, azĆŗcares y demĆ”s posos del vino. El germen que ayuda a reproducir las caracterĆsticas de los vinos primigenios, como si se tratara de la "masa madre" de un panadero.

Todo el espacio se lleno de un hermoso aroma dulzĆ³n, de roble antiguo y vino viejo... de mueble noble y tradiciĆ³n.

Posteriormente, los toneles fueron cargados en un camiĆ³n y transportados hasta nuestra bodega de La Canyada, donde pronto van a ser rellenados con los vinos "aptos para FondillĆ³n" de la cosecha 2020, fermentados en el viejo lagar de piedra de la histĆ³rica bodega El Pinaret. Como podĆ©is ver es este post: https://en.fondillonluisxiv.com/post/making-fondillĆ³n-in-an-old-xix-century-wine-press

Y en uno de los toneles, entre anotaciones hechas con tiza y como sello de autenticidad, permanecĆa la vieja etiqueta de papel del "Agente Comercial Colegiado Silvestre Albert PĆ©rez, del CulebrĆ³n, Pinoso, (Alicante)ā. Una nombre que supone una huella del pasado y pequeƱa muestra del comercio de vinos que durante muchos siglos dio vida al viƱedo alicantino y llenĆ³ las copas de las mejores mesas europeas.

Explanada de EspaƱa, en el Puerto de Alicante, repleta de grandes toneles dispuestos a ser embarcados. Principios del Siglo XX.